martes, 2 de noviembre de 2010

Metanfetamina de vidrio o hielo.

Fue sintetizada en Japón, en 1919 tomando como modelo la molécula de anfetamina. Sin embargo, sólo comenzó a comercializarse en 1938, con el nombre de Methedrina. Originalmente se utilizaba en descongestivos nasales e inhaladores bronquiales.
En 1971, la Convención Internacional de Psicotrópicos sometió a control la metanfetamina, ubicándola en la Lista II, por lo que su circulación se vio drásticamente reducida, pero continuó siendo legal.
En la actualidad, este status sigue siendo válido en la mayoría de los países,incluyendo ejemplos tan dispares como Estados Unidos, Chile y Argentina. En el Reino Unido la forma oral está en Lista II.
Sus efectos sobre el sistema nervioso central son muy pronunciados. La molécula de metanfetamina tiene la habilidad de cruzar muy fácilmente la barrera que separa al cerebro del resto del cuerpo, técnicamente conocida como barrera hematoencefálica.
La droga tiene un alto potencial de adicción y sólo es accesible por medio de recetas médicas oficiales, que no se pueden renovar.
La metanfetamina es conocida por su reputación de estimulante adictivo. Como la anfetamina, esta
droga incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una sensación general de bienestar. Excita receptores neuronales vinculados a las señales de recompensa y gratificación: produce euforia, alivia la fatiga y mejora el rendimiento en tareas simples.
 Se fabrica en laboratorios clandestinos usando procedimientos sencillos e ingredientes relativamente baratos, generalmente de fácil acceso.
Los efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 u 8 horas. Los adictos a esta sustancia, pueden permanecer despiertos durante varios días. Esto genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. Sin embargo, la droga bloquea las señales somáticas (como fatiga, sueño, hambre) que advierten sobre el deterioro funcional progresivo. En estos casos, una vez que la droga abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios.

CASO REAL: El tenista estadounidense Andre Agassi, ganador de ocho Grand Slam, ha admitido en su autobiografía que en 1997, cuando su carrera entraba en declive, consumió la sustancia de efectos estimulantes conocida como cristal (metanfetamina).
"No puedo hablar de adicción, pero muchas personas dirían que si consumes algo como modo de escape, tienes un problema", explica el tenista, de 39 años.A pesar del miedo inicial a admitir haber consumido drogas, el ex número uno del tenis mundial asegura que en realidad tenía ganas de contar toda la historia. "Me preocupé un poco, pero no me duró mucho... expresaba mis sentimientos abiertamente y siempre se notaban las emociones en la cara. En realidad tenía ganas de contárselo al mundo entero", relata Agassi.

PD: Hoy es el cumpleaños de nuestra compañera Paula Ponce, así que ¡Feliz Cumpleaños Paula!

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